Senryû | Cavall foll

Tiene a veces la vida una cruel manera de recordarnos nuestras prioridades. Las decepciones laborales se suman ahora a las amorosas y no me queda si no la amistad y el consuelo del arte en lo que es la precariedad material y el sinhogarismo afectivo al que me hace sucumbir la demencia de la psicosis. Me sostengo firme ante el embate de otra complicación de salud familiar pero la risa ha dejado de habitar su hogar, en lo profundo del diafragma, durante la mayor parte del tiempo. Ya ni lo absurdo e incierto de todo lo que acontece a mi alrededor no me parece ni singular ni divertido. Siento acercarse la anhedonia como si fuera un refugio de montaña en el que guardarme de la tormenta, mas esta vez he elegido sobrellevar los elementos y guiarme en los senderos de la soledad por la lumbre que arroja la larga sombra. Confío en encontrar este domingo, en lo profundo del bosque, la voz del espíritu de las aguas y poder así descansar del martilleo acompañado del canto de sus ondas acariciando las orillas.

Tan solo tengo ganas de cabalgar y alejarme de todo, de trepar las nubes y defecar sobre sus oficinas multinacionales diciéndoles: «Ni mi precio es sinónimo de mi valor, ni mi valor es lo mismo que mi valía.»

A quién insulta a un poeta | Soneto

Soneto endecasílabo, fruto de una discusión largamente prolongada con un suboficial de las fuerzas de la autoridad locales.

Salud y سلام